La limonada, además de hidratarnos puede ayudarnos a prevenir golpes de calor, desequilibrios electrolíticos y el envejecimiento de la piel, ya que posee vitamina C, fósforo, potasio, sodio, azúcares simples, magnesio y hasta una mínima proporción de carotenos que junto al ácido ascórbico mantienen la integridad de la piel.